miércoles, 26 de marzo de 2008
Historia del Movimiento en Argentina
Para referirnos a la historia del Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana, es necesario hurgar en sus raíces más profundas y al hacerlo nos remontamos hacia fines de la década del '40, pues allí tiene inicio el tipo de Movimientos en el cual está inserto Jornadas.
Lejos de una improvisación, sino como fruto de trabajos y meditaciones, de crear un ambiente, de formar una mentalidad y de cuajar un núcleo de ideas, nacen los Cursillos de Cristiandad. Como una larga preparación remota y también otra próxima, que permitió labrar el terreno, limpiar los brotes inútiles, y hundida la semilla y el cuidado posterior para un crecimiento rápido y vigoroso. Se llega al primer Cursillo en España en el año 1949, iniciado para jóvenes, que luego no serían todos, de Acción Católica. Después de ver los logros obtenidos, fue nutriéndose de mayores, en quienes se notaba una mayor perseverancia. El tiempo hizo que los Cursillos fueran orientados hacia los mayores y desde España al mundo.
Al verse la necesidad de una vuelta a los jóvenes a este tipo de movimiento surgen en México, como fruto de intensos trabajos, de adaptación psicológica y problemática juvenil, las Jornadas de Vida Cristiana, es decir, están desprendidas de los Cursillos de Cristiandad, pero aunque similares, con una esencia, finalidad y método propios.
Fue en el año 1966, cuando los Padres Adolfo Ruhl y Adán Recofsky (SVD), viajaron para conocer y empaparse del Movimiento de Cursillo de Cristiandad, pero se encuentran, providencialmente, con la grata sorpresa del Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana. Se metieron de lleno, sin pensar en iniciarlo en la Argentina; ya que ellos habían ido con otro objetivo.
Al regreso intentaron comenzar con los Cursillos en Lomas de Zamora, fue imposible, todos los caminos se cortaron, muchas puertas se cerraron, ellos insistían porque en sus proyectos querían trabajar con adultos... Pero Dios quería otra cosa. Entonces al darse cuenta del arma maravillosa que el Señor había puesto en sus manos para el bien de la juventud empezaron a preparar las Jornadas adaptándolas a la realidad e idiosincrasia de nuestra juventud, sin alterar su esencia y finalidad ni su metodología.
Del 17 al 20 de Octubre de 1967 fue la 1º Jornada para muchachos en Rafael Calzada, Diócesis de Lomas de Zamora. Durante dos meses se preparó un equipo con jóvenes comprometidos con Cristo que a la vez hacían de animadores y auxiliares y hacían su Jornada. La clausura fue modesta y se realizó en el mismo salón de charlas.
Luego se enteraron de la existencia del Movimiento el Padre Jorge Juan Manuel de Morón y , después, los Padres Ruberto y Spinardi de Berisso. Así fueron llegando a Rafael Calzada jóvenes de otras diócesis y, posteriormente, empezaron a realizarse las Jornada directamente en ellas.
De este modo fue extendiéndose el Movimiento, que formando comunidades, vertebrando cristiandad, ha enriquecido a parroquias, revitalizando a las instituciones, insertándose en los más variados ambientes, prestando su servicio en las Diócesis y en la Pastoral Nacional de Juventud.
Gracias a Dios han surgido de Jornadas muchas vocaciones para el sacerdocio, la vida religiosa y consagrada. gracias a Dios han crecido, a través de Jornadas, matrimonios cristianos que dan testimonio al mundo del Amor de Dios en sus familias.
Tenemos que agradecer al Señor por los dos maravillosos hombres que llevaron con tanto ardor y entusiasmo el Movimiento: los Padres Adolfo y Adán. Ellos han hecho un extraordinario trabajo; muchas veces silencioso, pero eficaz; y en muchas ocasiones sacrificando sus intereses para trabajando para la Gloria de su Reino. Ellos han dirigido más de 300 Jornadas, tanto en sus Diócesis , como en otras; algunas de las cuales, en estos momentos, el Movimiento no está funcionando.
Desde 1985, el Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana, ha sido reconocido por la Conferencia Episcopal Argentina, siendo uno de los pocos Movimientos juveniles reconocido a nivel nacional.
Fue activa su presencia en el VIII Congreso Eucarístico Nacional realizado en Buenos Aires en 1984, en el Encuentro de la Juventud que se realizó en la ciudad de Córdoba en 1985, en el II Encuentro Mundial de la Juventud con Su Santidad Juan Pablo II en Buenos Aires en 1987, en Encuentro de Pastoral Juvenil de Paraná en 1990 y del Encuentro Pastoral realizado en Mar del Plata en 1996.
También hubo presencia de Jornadistas en el I Congreso Latinoamericano de Jóvenes en Cochabamba, Bolivia, desde el 28 de Diciembre de 1991 al 5 de Enero de 1992 y en el XII Encuentro Mundial de la Juventud realizado este año en París.
Actualmente y desde hace un largo tiempo, el Movimiento tiene una participación activa en el Equipo Nacional de Pastoral de la Juventud encabezada por el Departamento de Jóvenes de la Conferencia Episcopal Argentina. Además, participa de las Asambleas Nacionales y Federales de la Pastoral Juvenil.
En la actualidad el Movimiento está presente en 21 Diócesis: Avellaneda - Lanús, Bahía Blanca, Bariloche, Chascomús, Concordia, Gualeguaychú, La Plata, Lomas de Zamora, Mar del Plata, Mercedes, Morón, Moreno - Merlo, Neuquén, Paraná, Quilmes, San Isidro, San Justo, San Martín, San Miguel, Santa Fe, Venado Tuerto y Zárate - Campana.
En estos momentos el Movimiento está con gran interés de llegar a todas los rincones del país para ofrecer a cada Pastor Diocesano este instrumento del Señor que tantas conversiones y compromisos han dado a la Iglesia de Dios y muchos Obispos están con gran interés de recibir con los brazos abiertos este Movimiento.
La Jornadas de Vida Cristiana con el conocimiento y el convencimiento, la vivencia y la convivencia de lo fundamental cristiano: la Gracia quiere testimoniar el gran regalo de Dios.
Es un Movimiento de Iglesia y para la Iglesia y busca en los jóvenes que, luego de un triple encuentro: consigo mismo, con Dios y con los demás, asuman un nuevo rol en su vida, el del compromiso con Cristo, Salvador y Liberador. La conversión integral de toda su vida estará orientada hacia Cristo. Así vuelven a sus ambientes para ser fermento del Evangelio y vertebrar cristiandad. Todo esto se logra a través de su metodología donde lo accidental se subordina a lo principal.
En memoria de los Padres Adán Recofsky y Adolfo Ruhl (SVD).
Fuente: http://www.catholic-church.org/mjvclanave/main.php
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